Durante el crecimiento internacional, México surgió como una ubicación clave para la implantación estratégica. Esta elección fue fortalecida por varios factores influyentes, especialmente nuestra presencia en el continente Americano, junto con:
Una Reducción del 35% en las emisiones de CO2 para 2030
Reducir la demanda de agua agrícola, urbana e industrial
Triplicar la generación global de energía renovable para 2030